Es a partir de 1550 cuando por
primera vez se utilizaron para la acuñación de monedas la prensa de tornillo o
volante diseñada por el orfebre de Augsburgo Max Schwab. El entonces técnico francés
Elois Mestrelle, trató introducir la prensa también en París y Londres, pero
fracasó debido a la oposición de las cecas. Sólo años más tarde, la prensa de
tornillo se introduce generalmente en las principales casas de la moneda. La
sofisticada prensa de tornillo permite un aumento en la presión de descarga y
un aclarado del relieve, mediante el cual hasta 30 monedas podían ser acuñadas
en el minuto.
Independientemente de la
velocidad en la producción, la prensa tenía la inmensa ventaja de sustituir el
trabajo manual que frecuentemente era variable en sus productos; trabajo
mecánico, casi siempre uniforme en sus efectos, y sabemos su importancia cuando
se trata de monedas.
Como la mayoría
de las veces, cuando se trata de innovaciones que vienen contra los hábitos, mucho
más rutinarios y que están muy arraigados, las primeras pruebas del nuevo método tanto en Francia como en
Inglaterra, fueron desalentadores para los responsables
de vigilar su aplicación práctica.
En los Países Bajos Españoles, la
introducción de la prensa de volante en las diferentes casas de la moneda fue hacia
el final del reinado de Carlos II, lo que supuso cambiar completamente las
acuñaciones de las monedas. Esta transformación resultó ser mucho mas profunda porque
hasta el momento la acuñación de la moneda casi no había tenido perfeccionamientos
sensibles (no hubo el paso intermedio de acuñaciones a rodillo). Ésta se
realizaba todavía a mano con la técnica de cuños móviles y un pesado martillo,
de manera que el éxito de una buena acuñación, dependía solamente de la
habilidad y la atención del monedero.
En Brabante, los
primeros intentos de aplicar volantes en
la acuñación
de monedas no fueron muy felices. Después
de un ensayo pasajero realizado
en Bruselas en 1684, se acuñan en esta ceca del 27 de julio 1686 al 28 de junio 1688, la cantidad de 10.003 marcos en patagones (100.850 piezas) y 628
marcos en ducatones por el nuevo método de procedimiento mecánico que añadía el grabado
estriado del canto y en algún caso con leyenda en relieve, según el informe del maestro general Charles Agustin Wauthier.
Fue así que en 1691
o 1692, según
parece, se decide hacer uso definitivo de la prensa de volante en las cecas de Brabante. Como consecuencia, un decreto de 3 de junio 1693, viene
a reducir el número de obreros de sesenta a doce y los monederos a
treinta y ocho en la de Amberes.
* Las imágenes están tomadas de numisbids.com, con nuestro agradecimiento
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